
Julio astrológico: un mes para revisar intenciones, renovar la mente y reconectar con el corazón.
Julio comienza con una energía de curiosidad en el aire. El 4 de julio , Venus entra en Géminis, marcando el comienzo de una fase más ligera y comunicativa, llena de posibilidades en las relaciones. Tras un período centrado más en los sentimientos, el afecto ahora exige intercambio de ideas, movimiento y conexión mental. Es hora de coquetear con las palabras, explorar nuevos intereses y permitir que el amor se exprese de una manera más lúdica y abierta. Lo mismo ocurre con los valores: ¿qué tal si replanteas cómo te diviertes, te expresas o incluso cómo te relacionas con tu dinero?
Ese mismo día, Neptuno inicia su movimiento retrógrado en Aries , invitándonos a una mirada más sincera a los sueños que alimentamos con tanta pasión. Aries nos impulsa, pero Neptuno en movimiento retrógrado nos pregunta: ¿Estás luchando por algo real o te estás engañando con una imagen idealizada de ti mismo? Este contraste entre el impulso de actuar y la necesidad de ver con claridad impregnará todo el mes. Hay fuerza, pero se necesita dirección.
Esta tensión cambia rápidamente porque el 7 de julio , Urano entra en Géminis, marcando el inicio de un ciclo revolucionario en nuestra forma de pensar, aprender, comunicarnos y conectar con el mundo. Urano es el planeta de los cambios inesperados y, en Géminis, rompe patrones vinculados al conocimiento, la tecnología y el lenguaje. Es como si comenzara una nueva era en la comunicación: más ágil, más creativa y más libre. Este tránsito expande todo lo que Venus ya inició a principios de mes: es hora de cuestionar las verdades inamovibles y dar paso a nuevas formas de ver la realidad.
Poco después, el 10 de julio , la Luna Llena en Capricornio nos llama de nuevo a la responsabilidad. Tras tanta estimulación mental y posibilidades, surge como un recordatorio: "Bien, ¿qué de todo esto tiene la estructura para crecer?". Es una Luna que ilumina nuestras ambiciones, nuestro trabajo y cómo manejamos las obligaciones de la edad adulta. Puede traer frutos, pero también revelaciones sobre lo que ya no funciona. Es un momento para analizar con madurez los compromisos que asumes con el mundo y contigo mismo.
Unos días después, el 13 de julio , Saturno también entra en movimiento retrógrado, lo que refuerza aún más esta idea de revisión. Y el detalle es importante: Saturno también está en Aries, el mismo signo donde Neptuno está retrógrado. Esto acentúa el llamado a reevaluar las decisiones impulsivas, las actitudes individualistas y la forma en que conducimos nuestras propias vidas. La prisa puede ser cegadora, y Saturno retrógrado exige calma, responsabilidad y estrategia. Todo lo que se construye ahora requiere solidez.
Este freno cósmico se intensifica con Mercurio retrógrado en Leo el 18 de julio . La comunicación se pausa, pero no como un castigo, sino como una invitación. Los Leo quieren expresarse, brillar, ser escuchados. Pero Mercurio retrógrado hace que las palabras se atasquen o se malinterpreten. Este es el momento ideal para replantearte cómo te has presentado al mundo: ¿Tus palabras expresan lo que sientes? ¿Estás siendo sincero o solo estás imitando? Es un buen momento para replantear proyectos creativos, ideas pasadas y analizar tu propia narrativa con mayor veracidad.
Y luego llega la calidez del Sol en Leo el 22 de julio , trayendo energía, pasión y confianza en uno mismo. Es como si, después de toda esta revisión, el cielo dijera: "¡Ahora, brilla!". La temporada de Leo nos invita a ponernos a nosotros mismos en el centro de nuestras vidas, con valentía y alegría. La autoestima se convierte en un tema central, al igual que el deseo de crear algo único. Con tantos planetas en movimiento retrógrado, el Sol en Leo enciende la llama de la autenticidad en medio del caos.
Dos días después, el 24 de julio , la Luna Nueva también ocurre en Leo , marcando un nuevo ciclo de intenciones, principalmente relacionadas con la autoestima, la creatividad y el propósito personal. Este es un momento excelente para sembrar las semillas de algo que nace directamente del corazón: un proyecto personal, una nueva forma de expresarse, una actitud más segura ante la vida. Leo nos enseña que amarse a uno mismo es el primer paso para brillar, y que la brillantez compartida ilumina el mundo.
Para cerrar el mes, el 31 de julio , Venus entra en Cáncer. El planeta del amor abandona el signo de la conversación (Géminis) y se adentra en las aguas de la intimidad y el cariño. A partir de aquí, el amor busca seguridad emocional, consuelo y una conexión verdadera. Hay un movimiento natural de retorno al interior: al hogar, a las raíces, a lo que realmente nos nutre. Tras un mes mental tan lleno de revisiones, Venus en Cáncer nos recuerda que lo esencial aún es invisible: sentimos antes de comprender.
Julio es una invitación a la reinvención: de la mente, del corazón y de los caminos que elegimos seguir.
Entre retrógrados y nuevos comienzos, este es un mes para hacer una pausa, revisar, redescubrir verdades internas y reavivar gradualmente tu propia llama con mayor consciencia. Permítete escuchar, repensar, cambiar de opinión y, sobre todo, actuar con mayor verdad.
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