
Por: Geovana Grassmann - Especialista en AuraPura
El huevo tiene infinitas aplicaciones, y es literal, ¿sabes? Al igual que la comida, podemos comerlo en tortilla, hervido, en crepas (me encanta esta) y usarlo en diversas recetas (pasteles, panqueques, tartas, etc.). Es rico en diversos nutrientes, y aún mejor si lo consumimos de gallinas felices, porque su energía será limpia y mucho más potente. Por eso, el primer consejo que te doy es que busques huevos orgánicos o de productores locales de tu ciudad.
El huevo simboliza la fertilidad, la creatividad, la prosperidad, la abundancia y la manifestación de nuevas ideas y proyectos. Así que, aquí tienes un consejo mágico para implementar en tus recetas: si tienes un proyecto en mente y quieres facilitar su realización, al cocinar y usar huevos, imagínatelo, siéntelo real y agradécelo de corazón. Ahora bien, si necesitas ser creativo, usa el huevo en la receta con la intención de inspirar inspiración, creatividad y ligereza, y después de comerla, dibuja a mano alzada. Recuerda que aquí todo se trata de intención y presencia; cuanto más presente estés al prepararla, mejor será el resultado.
Pero hay aún más propiedades que contarte, porque las cáscaras de huevo también son extremadamente poderosas, así que deja de tirarlas y empieza a guardarlas. Puedes molerlas y usarlas en jardinería, espolvoreándolas sobre la tierra; las plantas que más las adoran son las suculentas.
Y la última función que quiero compartir con ustedes es un consejo de oro: un amuleto protector de cáscara de huevo. Sí, la cáscara de huevo también tiene una función de protección energética, que puede usarse tanto para la protección personal como para la del medio ambiente. Simplemente deja que la cáscara se seque al sol. Respira hondo, lávate las manos, pon música de tambor, coloca las cáscaras de huevo sobre una toalla de tela y aplástalas con un martillo, un machacador de papas o con tus propias manos. Guarda este "polvo mágico" en un bonito frasco de vidrio. Mantén tu energía alta y estable. Separa un puñado de este polvo y colócalo en un pequeño trozo de tela. Átalo, ¡y tu amuleto protector estará listo! Ahora simplemente llévalo en tu bolso, en el bolsillo del pantalón, en el coche, y regálaselo a alguien querido.
Cuéntame, ¿te gustó este consejo? Después de que lo pongas en práctica, yo también querré saberlo.